Se acercan las ansiadas vacaciones y comienzan los preparativos para salir de viaje. Para que el dinero no sea una limitante, aquí te decimos cómo viajar con poco presupuesto y ahorrar en tus próximas vacaciones.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recomienda planear las vacaciones con anticipación, por lo menos con seis meses.
De esa forma tendrás la oportunidad de calcular cuánto dinero necesitas para transporte, alimentación, hospedaje, traslados, entradas o incluso comprar recuerdos del lugar que visitas.
La Condusef también señala que los destinos de playa son los más caros, pero siempre hay algunas opciones, como una salida a alguna ciudad colonial o playas poco conocidas que suelen ser más económicas.
¿En qué cosas puedes ahorrar?
Hay algunos gastos que puedes reducir de forma importante, depende de si viajas solo, con familia o amigos:
- Hospedaje. Si viajas solo y nada más vas a utilizar el lugar para dormir y bañarte, hay algunas opciones como los hostales, que tienen costos mucho más accesibles.
Si vas con la familia o amigos, una opción es alquilar un departamento, casa o cabaña. Algunos lugares son más baratos que los hoteles y tendrás a tu disposición todo el lugar para ustedes.
Otra ventaja de estos lugares es que cuentan con cocina, por lo que puedes ahorrar mucho si preparas ahí alguno de los alimentos, como el desayuno.
- Transporte. Si vas a viajar en avión, comprar los vuelos con mucha anticipación te permitirá acceder a mayores ofertas, incluso para temporadas altas.
Asimismo, considera los vueltos muy temprano por la mañana o por la noche, que son más económicos.
Investiga qué opciones de traslado hay en el lugar al que viajas, si te conviene más moverte en el transporte público, taxi o rentar un automóvil, si son varias personas las que viajan.
- Entradas. Es importante que realices un itinerario para que sepas cuáles lugares visitarás durante tu viaje, puedes investigar en internet, esto te permitirá planear de mejor forma tus rutas, gastos en transporte y entradas.
Incluso, hay algunos lugares que ofrecen descuento si adquieres los boletos en línea.
- Busca promociones. En algunos lugares te ofrecen tours para visitar varios lugares, a veces incluyen las entradas y si haces cuentas, puede ser más barato que ir tú solo.
- Comida. En cualquier pueblo, ciudad o playa que visites hay mercados donde la comida es económica, variada y, sobre todo, deliciosa. Sólo revisa que el establecimiento se vea higiénico. Llevar unas latas de atún, botanas y bebidas de cualquier tipo pueden ayudarte a economizar.
Manejar tu presupuesto para vacaciones
Sé realista con tus objetivos y antes de hacer tus maletas para irte de vacaciones, revisa tu presupuesto.
No olvides portar tu credencial de estudiante o persona de la tercera edad, ya que con ésta puedes obtener descuentos adicionales.
Considera dentro del presupuesto, un apartado para imprevistos, por si requieres consultar un médico, comprar medicinas, si pierdes algo de tu equipaje o cualquier otra eventualidad.
Restringe el uso de las tarjetas de crédito, solo debes llevarlas para alguna emergencia y nunca la pierdas de vista.
Recuerda llevar artículos como bronceadores, sombrillas, sombreros o lentes, que en los lugares turísticos muchas ocasiones se venden a sobreprecio.
¿Y después de las vacaciones?
Una vez que estás de regreso hay que hacer un balance, ¿gastaste lo que tenías pensado o fue más?, ¿te pasaste en el uso de la tarjeta de crédito?
Si los gastos se salieron de control, ya no sirven los lamentos y toca apretarse el cinturón para llegar a fin de mes. Algunas recomendaciones que te ayudarán a sanear tu bolsillo después de unas merecidas vacaciones son:
- Revisa los daños. Lo primero es saber cuánto has rebasado tu presupuesto. Sé honesto.
- Reduce al máximo los gastos. Identifica y evita los gastos hormiga y los innecesarios, ahorro todo lo que puedas en ellos y ese dinero adicional úsalo para el pago de la tarjeta.
- Registra tus gastos. Adquiere el hábito de anotar las compras realizadas en efectivo y a crédito. Crea categorías de esos gastos y la forma en cómo se pagan. Al cabo de un mes observa en qué y cómo gastaste tu dinero. El objetivo es que determines para el próximo mes si alguna tarjeta está saturada o si conviene utilizar más efectivo.
- Sácale provecho al crédito. Existen deudas buenas y deudas malas, todo depende del uso que le des al crédito y de tu capacidad de pago. Antes de contratar uno, pregúntate si lo puedes pagar; debes tener clara la cantidad de dinero que podrás usar de tus ingresos para pagar el préstamo (esta cantidad debes considerarla en tu presupuesto). Define para qué lo vas a utilizar. Lo recomendable es que al contratar un crédito éste sea para la compra de bienes duraderos, no para terminar la quincena ni para comprar la despensa del mes. Compara las opciones, no te vayas con el primer crédito que te ofrezcan.
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Fuente: Chilango, Condusef, El Financiero, Inteligencia Viajera