Si alguna vez necesitaste dinero para enfrentar gastos inesperados o simplemente te faltó liquidez para cumplir con los compromisos de tu hogar, quizá alguna vez has tocado puertas de personas o empresas que te resuelven este problema de inmediato. Sin embargo, estos créditos informales arriesgan tu estabilidad.
En México, al menos 38% de la población adulta (31 a 50 años) tiene o solicitó en algún momento un crédito informal. Este tipo de financiamiento es aquel que no está regulado por las autoridades y pudo venir de tu familia, amigos, personas que se dedican a prestar y cobrar intereses o cualquier institución no regulada que te presta dinero por ‘algo’ a cambio.
De hecho 23% de estos préstamos son familiares, 12% son de amigos o conocidos y 8% fueron solicitados a través de una casa de empeño o alguna empresa similar, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015. Pero en general, aclara el estudio, la primera opción de financiamiento informal siempre ha sido la familia.
De acuerdo con la encuesta el principal motivo para pedirlo es solventar gasto corriente (comida, gastos personales, colegiaturas, servicios). Aunque también usan estos recursos para asuntos de salud y atender emergencias o imprevistos.
Si te encuentras frente a cualquiera de estas situaciones, recuerda que pedir un préstamo informal trae riesgos muy altos, como:
Los ‘fantasmas’ del crédito
Otro tipo de financiamiento informal que pone en riesgo tu patrimonio son los créditos fantasma, milagro o gota a gota.
Existen ‘prestamistas’ fraudulentos que aprovechan la situación de personas con urgencias económicas para engañarlos de la siguiente manera:
- Ofrecen grandes préstamos sin pedir tantos requisitos
- Solicitan un anticipo por ‘gastos de gestoría’
- Te llevan a endeudarte con mensualidades impagables e interminables. Pueden usar tu información personal para extorsionarte, o agreden físicamente a sus clientes si caen en impago.
Este tipo de prestamistas se acercan generalmente a campesinos, pequeños comerciantes, adultos mayores, amas de casa o personas sin acceso a los servicios financieros formales.
¿Cómo sabes si la institución a la que pedirás un crédito es de confianza?
- Todas las entidades financieras deben estar incluidas en el Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES) o ante el Padrón de Entidades Supervisadas de la CNBV. Búscalas en estos registros antes de aceptar.
- Siempre consulta las redes sociales oficiales de la compañía y verifica si hay quejas sobre ellos.
Recuerda que más allá de los bancos, diversas instituciones trabajan para ofrecerte el respaldo económico que necesitas, sin tener problemas familiares o perder bienes.
Kondinero… soluciona tu vida.
Fuentes: CNBV, ENIF 2015