Cuando tu tarjeta de crédito departamental pierde su atractivo

La tendrás en tus manos en 20 minutos, no pagarás anualidad y, lo más importante, disfrutarás de decenas de promociones que lucirán como grandes descuentos que no podrás desaprovechar. Ese es el rostro que te dejará ver tu tarjeta de crédito departamental y la principal razón del por qué es irresistible, aunque en realidad es un riesgo para tus finanzas personales.  

Una tarjeta de crédito departamental te permite consumir dentro del comercio emisor ––y algunas tiendas afiliadas–– con condiciones que lucen favorables como descuentos, promociones exclusivas, pagos diferidos o mensualidades. En algunos casos, este plástico también te permite retirar efectivo de sus cajeros automáticos.

Sin embargo, aunque lucen como un mecanismo de financiamiento casi perfecto, es muy importante conocer su rostro menos atractivo. Si bien algunas de estas tarjetas de crédito están respaldadas por instituciones bancarias, no necesariamente operan con las mismas políticas o condiciones. De hecho, podrían ubicarse entre las más caras del mercado por los altos intereses que cobran.

Por ello, antes de aceptar la emisión de tu tarjeta departamental, consulta en el Banco de México los costos comparativos de las tarjetas de crédito en el mercado. Analiza el CAT, los costos ocultos y las comisiones.  

Es recomendable que aceptes una tarjeta de crédito departamental si:

1. Comprarás bienes duraderos. Si planeas adquirir un electrodoméstico o muebles para tu hogar significa que realizaste un presupuesto y llevas meses planeando el gasto. En este caso, utiliza las promociones de pagos diferidos a tu favor. Esta tarjeta de crédito no es una extensión de tus ingresos, así que no la utilices para ropa o bienes de rápido desgaste.
2. Iniciarás tu historial crediticio. Es difícil obtener tu primera tarjeta de crédito bancaria ya que no tienes historial crediticio. Las tarjetas departamentales te abrirán el camino hacia un historial financiero sano, siempre y cuando las uses con responsabilidad.

No es recomendable que aceptes una tarjeta de crédito departamental si:

1. Tienes muchos compromisos financieros. A través de un presupuesto mensual calcula qué porcentaje de tus ingresos te queda disponible para adquirir una nueva deuda. Recuerda que además debes destinar una proporción de tu ingreso al ahorro.
2. No eres totalero. Las tarjetas departamentales están entre las más caras del mercado y, si no eres de los que pagan el total de lo que consumiste mensualmente, los intereses y comisiones por pago tardío se convertirán en un problema en el futuro cercano.

Un buen consejo a tiempo

Antes de firmar el contrato de una tarjeta de crédito departamental debes leerlo con detalle. Incluso, hay algunos que no explican los cargos o comisiones extra. Si no los encuentras, puedes pedirlos. Sin embargo, no pierdas de vista que:  

• Las autoridades financieras no regulan las tasas de interés de estos productos, ya que se manejan en el ámbito comercial. La autoridad competente que respalda al usuario es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
• La tarjeta más publicitada no necesariamente es la mejor opción para ti. Infórmate y compara.
• La mayoría no ofrece un seguro que cubra la deuda en caso de que fallezcas o por robo o extravío.
• En ocasiones es obligatoria la contratación de un seguro, que muchas veces tiene cláusulas abusivas o coberturas muy limitadas.

Si consideras que estás listo para adquirir una tarjeta departamental, te compartimos los principales costos de algunas de los plásticos más solicitados:

Revisa bien las condiciones antes de decir “sí”y ejerce un consumo inteligente.

Si lo que necesitas es un financiamiento de mayor alcance, como un crédito de nómina, Kondinero te ayuda. Consulta con nuestros asesores las opciones que tenemos para ti.

Fuentes: Condusef, Profeco, Liverpool, Palacio de Hierro, Sears