A partir de los 2 o 3 años el cerebro de los niños tiene una enorme cualidad de plasticidad esto quiere decir que su cerebro aprende más fácil que un adulto, ya que se adapta a las nuevas conexiones neuronales cuando se acercan a una área de conocimiento nueva.
Lo que pasa con el cerebro de un adulto es que ya ha establecido las conexiones neuronales para funcionar eficientemente, por lo que establecer nuevas relaciones de neuronas es más complicado.
Por ello, propiciar el aprendizaje temprano es una buena decisión por parte de los padres porque estimulará la adquisición de habilidades esenciales en la vida como lo es la administración del dinero. Enseñarle a los niños el valor del dinero para ser consumidores inteligentes es una habilidad que los beneficiará en su vida adulta.
¿Qué es la cultura financiera?
De acuerdo con la Condusef la cultura financiera es tener el conjunto de conocimientos, habilidades y prácticas útiles para comprender mejor los conceptos y productos financieros con la correcta administración de los ingresos que se obtienen con el fin de tomar decisiones informadas.
Para hacer este concepto más sencillo al momento de acercarse a los más pequeños del hogar, la cultura financiera son las habilidades y conocimientos para tomar mejores decisiones sobre el dinero.
Cuando los niños aprenden de cultura financiera tienen mayor conciencia sobre el valor de las cosas, la importancia del ahorro para alcanzar objetivos, la relación costo- beneficio y lo más importante practicar el consumo inteligente. El consumo inteligente es básicamente gastar responsablemente cada vez que compramos un producto o servicio.
Enseñar para ser responsable
Para que los niños sean consumidores inteligentes y responsables hay 3 sencillos pasos:
- Hacerse responsable de sus propias decisiones. Para hacer de los niños consumidores inteligentes, los papas tiene la opción de darles un monto de dinero semanal, quincenal o mensual e incentivarlos a ahorrar para gastarlo en algo que sea de su interés en un futuro. Si los niños gastan todos sus ahorros, los padres no deben darle más dinero así el pequeño se hará responsable de sus gastos y tomará mayor conciencia del valor de las cosas.
- Educar con el ejemplo. Es necesario involucrar a los niños en las decisiones respecto a la administración financiera de la familia. Para empezar con este hábito, los padres pueden explicar a sus hijos los gastos necesarios de casa como comida, renta, el carro, etc y los gastos no esenciales como la comida rápida o los juguetes.
Si hay ahorros, explicarle a los pequeños que gracias a gastar únicamente lo esencial fue posible ahorrar para pagar vacaciones o su fiesta de cumpleaños.
- Enseñarles cómo pueden hacer crecer su dinero. Si los niños tienen entre 12 o 13 años, los padres pueden comenzar involucrándoles el hábito de la lectura sobre finanzas personales, un libro recomendado es El hombre más rico de Babilonia, clásico en temas de ahorro y planificación financiera, esto los motivará a ahorrar e invertir.
Acercarse a ellos en temas de inversión para crecer su dinero ayudará a mejorar su capacidad administrativa por ellos mismos y comenzar el camino de la autosuficiencia.
Un consumidor inteligente es aquel que tiene la educación financiera suficiente para comprar de manera audaz. Al momento de hacer una compra evaluar la información y la relación precio- calidad o exigir los derechos como consumidor ante la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor).
Enseñar el consumo inteligente en los niños les dará las herramientas suficientes para enfrentarse poco a poco al mundo financiero.
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