El gasto en el hogar puede mermar la economía, pero con pequeños detalles la puedes disminuir, toma nota de estos trucos para ahorrar en tus facturas.
Incrementar el ahorro doméstico es una necesidad para muchas familias, y puede lograrse desde muchos frentes. Hay puntos básicos que se pueden generalizar y poner en práctica en cualquier hogar.
La casa. La base del ahorro de todo hogar está en el inmueble en sí. Si rentas es aconsejable que de vez en cuando mires las ofertas que hay en inmuebles similares al tuyo o superiores. Si las rentas han bajado puede que encuentres algo que te guste más, por menos precio.
El consumo de agua. Es un gasto básico e ineludible. Analizar el gasto que se hace te llevará a realizar pequeñas acciones que se pueden llevar a cabo para disminuir el consumo de agua. Cosas tan simples como cerrar la llave mientras te cepillas los dientes o llenar la lavadora antes de ponerla a funcionar son trucos que se notarán en tu factura, especialmente a largo plazo. Debes revisar que no tengas fugas y evita el goteo de las llaves, ya que puede suponer una pérdida de 100 litros de agua al mes. En el caso del inodoro, puedes introducir una o dos botellas en el depósito para reducir su capacidad y la pérdida de agua cada vez que se jala la palanca.
El teléfono. Aunque no es un gasto estrictamente imprescindible, sí es una necesidad para muchos hogares. Las tarifas telefónicas están muy ligadas al avance de las tecnologías. Una acción puntual es la de revisar los conceptos de la factura. Comprobar si lo que has contratado corresponde al uso que se hace del servicio, puede llevarte a descubrimientos que revelen que hay servicios de los que se puede prescindir.
La luz. Un servicio fundamental para nuestro hogar es la electricidad. De los electrodomésticos que más luz consumen es el refrigerado, evita mantener la puerta abierta por mucho tiempo. Si no tienes que utilizar ciertos aparatos mantenlos desconectados, de lo contrario, registrarán consumo de luz. Otra manera de ahorrar es invertir en focos ahorradores, aunque en el momento salga mas caro, a la larga tu bolsillo lo agradecerá.
Otra forma de ahorrar luz es con la plancha, en lugar de planchar pocas piezas de vez en cuando, plancha la mayor cantidad posible de una sola vez, ya que de lo contrario multiplicas el consumo de electricidad. Comienza por la ropa que requiere menos calor, y deja para el final la que necesita más.
Durante el día abre cortinas y persianas para poder aprovechar la luz del sol.
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Fuente: El País, plusesmas, Expansión.