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Calidad de vida

¿Eres consumidor compulsivo o responsable?

Redacción Kondinero

12/11/2017

La percepción de una necesidad y de un deseo puede variar dependiendo de la persona y de su estilo de vida, determinándolo como un consumidor compulsivo o responsable, es importante definir nuestro consumo, para no caer en tentaciones y gastar más de lo debido.

Estás de compras, llegas a un aparador y viste un objeto que te llamó la atención. Entras a revisar el precio. Ya estás cerca de tomar la decisión, pero falta hacer la pregunta clave: ¿De verdad lo necesito o solamente lo quiero?

Es la diferencia entre un consumidor compulsivo y uno responsable y ordenado. El primero se saldrá del presupuesto apenas aparezca la primera tentación, el segundo volverá a casa con lo necesario.

Entonces ¿Cuál es la diferencia entre lo que uno quiere y lo que necesita? El primer filtro es definir las cosas que son de inminente necesidad de supervivencia como comida, abrigo y vivienda. Si puedes diferenciar y darte cuenta de las cosas como las mencionadas entonces puedes dar el siguiente paso.

Hábitos de consumo

¿Qué es lo que quieres? Ahí sí entramos en un camino más largo en el cual las bases de discusión son extremadamente relativas. Los gustos de las personas se relacionan directamente a su mundo interno, ni siquiera los miembros de una misma familia coinciden totalmente acerca de ello, puede ser que los padres estandaricen lo que les dan a sus hijos, pero a cierta edad ya no hay manera, los hijos empiezan a tomar sus propias decisiones y cambian sus preferencias, y se acabó el proceso de estandarización.

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En nuestros años de ocio, antes de tener una responsabilidad mayor, nos creamos hábitos de consumo que nos convierten en “adictos” o “dependientes” de ciertas marcas o productos.

El secreto de mantener unas finanzas personales sanas está en las pequeñas cosas, en esos pequeños cambios. Es como querer adelgazar, no se trata de dejar de comer al 100% “x” o “y” cosa, sino de controlar las porciones. Asimismo, para dejar de gastar más de lo que ganas, no se trata de no volver a comprar nada nunca, sino de saber diferenciar lo que vale la pena comprar. 

Es fácil decir “compra sólo lo que necesites, deja a un lado cuando sea solamente un deseo”. Pero la cuestión del asunto está en descubrir lo que es una necesidad real y no confundirlo con las ganas de poseer algo. 

Por ejemplo, vas caminando por la calle, das vuelta y te encuentras de frente con una zapatería: tiene rebajas del 50% en unos zapatos negros, recuerdas que ya tienes dos pares y uno de ellos se parecen a estos que estás viendo, pero luego piensas que por el precio “es una ganga, ya encontrarás una ocasión para usarlos, te los tienes que llevar”. Así, encontrarás excusas para comprar algo, por lo que es más fácil que decir “no lo necesito”.

No es fácil y muchas veces la tentación de los buenos precios o los descuentos nos pueden llevar a hacer esas compras innecesarias, incluso, en las cosas más básicas: compras de una vez una docena de galletas porque están muy económicas. Y cuando pasan los meses, te das cuenta que, aunque era para satisfacer una necesidad de alimentación –aunque no tan básica-, se te pasó la fecha de vencimiento y ya no te las puedes comer.

Ten presente que las deudas que valen la pena son las que se usan, por ejemplo, para poner negocio o estudiar alguna especialidad que te permita tener mejores ingresos, etc. La decisión es tuya.

En Kondinero sabemos que una vez que logres pasar de un consumidor compulsivo a un comprador responsable, tus hábitos financieros mejorarán. 

Fuente: Condusef, finanzas prácticas, revista perfil.