Satisfacer nuestras necesidades básicas buscando mejorar nuestra calidad de vida pero al mismo tiempo cuidar que nuestras compras contribuyan a objetivos sociales y ambientales, su valor va más allá del costo.
La palabra sustentable hace referencia a la argumentación, al razonar o defender una acción.
Un consumo sustentable tiene de fondo una reflexión sobre qué hay detrás de tu compra y qué consecuencias trae a tu persona:
- ¿Quién lo vende?
- ¿Cómo se produjo?
- ¿De qué está hecho?
- ¿Cómo afecta a mi salud?
- ¿Cómo impacta al medio ambiente?
Cuestionarse estas preguntas hace que nuestras compras no sean impulsivas, sino más inteligentes, es decir, más razonadas, ya no sólo se piensa en cubrir un gusto o deseo sino atender una necesidad pensando en el impacto de cada compra, lo que te llevará a hacer un ahorro mensual considerable.
Los costos de ser sustentable
Un comercio sustentable busca:
- Generar valor económico.
- Reducir la pobreza e inequidad.
- Regenerar los recursos ambientales.
Si bien todo comercio debería atender estos factores no todos ofrecen estas condiciones.
El interés por ayudar a mejorar el medio ambiente y cuidar la salud, tiene un requisito y a la vez una garantía de demostrar que cumple con los objetivos sociales y ambientales que se plantea.
Es aquí donde entra el papel de las certificaciones, el reconocimiento que brinda una autoridad a partir de una inspección de ciertos parámetros para verificar y garantizar que el servicio o producto de una empresa cumple con lo que dice tener o hacer.
Estos procesos de certificación implican un gasto para los negocios que afecta en el precio de sus productos, por eso en ocasiones algunos productos sustentables del mercado pueden llegar a ser más caros.
Pero como en todos los productos, en el comercio sustentable existen diferentes niveles, hay productos que tienen altos estándares y criterios estrictos porque tienen la posibilidad de pagar esas certificaciones.
Mientras que otros productores no tienen esa posibilidad de acceder a las certificaciones o reconocimientos de estándares elevados, aunque no por ello no busca sumarse al compromiso de la sustentabilidad.
Gastos conscientes
Las compras sustentables pueden ser más costosas en torno al tipo de productos y garantías que deseas obtener, sin embargo, es aquí donde también entra en juego tu criterio y bolsillo.
Compras sustentables del supermercado versus productos sustentables del tianguis o mercados, va más allá de una certificación.
Es no gastar por gastar, es buscar ayudar a quien vende y es reconocer que los materiales de los productos y sus deshechos impactan al ambiente.
Date un tiempo para reflexionar en el costo monetario, social y ambiental de los productos que consumes, y transita a un consumo inteligente, un consumo sustentable.