El crédito nos hace pensar en deuda, sin embargo no todas las deudas son malas, sólo es cuestión de saber usarlas y que no se vuelvan un dolor de cabeza.
En alguna ocasión, todos hemos recurrido a los préstamos para solventar algún imprevisto o con la ilusión de poseer algún bien material. Sin embargo, es importante saber que el uso ideal de un crédito es la inversión.
El crédito es una cantidad de dinero prestada por una institución financiera y que debe ser devuelta en un período determinado, en las condiciones pactadas. La opción es conveniente si la persona está consciente de su capacidad de endeudamiento pero también depende del objetivo del crédito, es decir ¿para qué quieres ese financiamiento?
Si lo deseas para comprar un auto, quizá te conviene más un crédito automotriz o si lo quieres para un inmueble, un crédito hipotecario tiene mejores tasas.
Desafortunadamente y ante la falta de formación financiera la mayoría de la población considera erróneamente al crédito como una extensión de los ingresos, bajo el argumento coloquial de “qué tanto es tantito”.
Con esta creencia, las tarjetas de crédito son utilizadas para consumo o viajes, y pagan por ellos mucho más de lo que realmente valen, además de que no generan ingresos. Al no liquidar a tiempo con las mensualidades correspondientes o el total de lo adeudado, estos generan intereses acumulables e insostenibles.
Lo anterior no quiere decir que no puedas darte gustos, sin embargo, la sugerencia es hacerlo de manera que sea financieramente inteligente. Algunos expertos consideran que una persona se merece algo cuando puede pagarlo.
La idea no es prohibir darse un gusto y no gastar ni un peso, no está nada mal irse de vacaciones, comprarse cosas que nos gustan y queremos, o tener un auto. Esas cosas nos hacen la vida agradable. Lo único que hay que tener en cuenta es la diferencia entre gastar e invertir.
Utilizar el crédito nos da la oportunidad de sacarle provecho a algo que necesitamos, sin necesidad de contar con todo el dinero para pagarlo en el momento justo que estamos requiriendo de él.
Es muy importante no romper el equilibrio entre lo que tenemos y lo que debemos para que, una vez que dejemos de trabajar podamos tener una vida agradable y sin carencias.
En Kondinero queremos ayudarte a cumplir metas que valgan la pena. Acércate con uno de nuestros asesores para que encuentres la solución ideal para ti y tu proyecto.
Fuentes: Imagen, WWB Colombia, Karla Bayly