La prevención de enfermedades es prioritaria en el desarrollo de un recién nacido y por tal motivo es recomendable la aplicación de elementos para estimular la creación de anticuerpos que generen inmunidad en el sistema, así como la realización de análisis con la intención de detectar y, de ser el caso, atender las cosas que no están bien.
Uso de vacunas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la intervención sanitaria más efectiva es la inmunización con el uso de vacunas. Dicho procedimiento previene el desarrollo de enfermedades causadas por agentes infecciosos.
Los esquemas de vacunación varían de acuerdo al país de residencia. Sin embargo, el uso de este método de inmunización es usado desde el nacimiento y va ajustándose según a la edad de los pequeños.
De acuerdo con la OMS, los recién nacidos deben recibir vacunas para atacar el virus de la Tuberculosis, que genera afectaciones en los pulmones de los menores, así como la del virus Hepatitis B, que afecta directamente el hígado al momento de entrar por el torrente sanguíneo. Ambas vacunas son necesarias al momento del nacimiento, pues con la generación de anticuerpos contrarrestan la entrada de estos virus al sistema inmunológico.
Gracias a los esfuerzos por parte de los gobiernos, así como de las organizaciones de salud, a nivel mundial, se ha logrado una serie de avances importantes en materia de salud:
- La reducción de aproximada de 3 millones de muertes anuales, en general
- La inmunización, en menores de un año, ha llegado a casi el 86%
- El mundo está más cerca de la eliminación de la Poliomielitis
- La Meningitis A está siendo eliminada en distintas regiones de África
- La mortalidad a causa del sarampión se redujo en un 84% a nivel mundial
El uso de vacunas es seguro debido a los altos estándares en su elaboración, donde son sometidas a una serie de pruebas y ensayos clínicos para poder ser distribuidas.
Análisis clínicos
Esta serie de estudios se realiza con el fin de detectar enfermedades que el recién nacido tenga o pueda desarrollar y, de ser posible, prevenirla con el uso de un tratamiento adecuado.
La evaluación consta de distintas pruebas, que varían dependiendo el hospital, que le permiten a los doctores diagnosticar al bebé, y entre ellas se encuentran:
- Tamiz neonatal: estudio que ayuda a identificar enfermedades graves, no visibles, que se pueden desarrollar a semanas o meses después del nacimiento del bebé
- Pruebas de audición
- Oximetría de pulso
- Otros análisis sanguíneos que requiera el pediatra
Si un recién nacido sale positivo para una enfermedad, es necesario realizar estudios adicionales para confirmar la existencia de dicho padecimiento, para después, en caso de ser necesario, ir con un especialista y comenzar un tratamiento.
Las ventajas de la vacunación temprana, en los menores, son indiscutibles. La erradicación de enfermedades graves no se ha logrado en su totalidad, y a pesar de disminuir en cifras, su propagación es muy rápida, por eso la aplicación de vacunas se ha vuelto una opción segura y eficaz para la inmunización.
Los niños deben estar protegidos desde pequeños, ya que a la larga eso se traducirá en menos enfermedades para ellos. Finalmente, al hacerlo, se cuida la misma comunidad al prevenir la propagación de virus.
Recuerda que es importante la búsqueda de un asesoramiento adecuado, para una atención esencial al recién nacido. Para obtener información más concreta es recomendable acudir a un centro de salud o con un médico.
Fuentes:
https://www.who.int/features/factfiles/immunization/es/
https://www.who.int/features/qa/84/es/
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/newborns-reducing-mortality
https://espanol.nichd.nih.gov/salud/temas/newborn/informacion
https://www.invegem.org/tamizaje-neonatal/
https://www.cdc.gov/spanish/especialescdc/razonesvacunarse/index.html