La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como un sistema de alerta que prepara al cuerpo para situaciones que son demandantes para nosotros. Es una condición natural del organismo para reaccionar frente a estímulos externos que puedan hacernos daño.
Sin embargo, cuando esta tensión sobrepasa los niveles que el cuerpo humano acepta, aparecen enfermedades o malestares en la salud.
Proceso para llegar a un estado de estrés
Para considerar que se ha llegado al estado de estrés, el cuerpo atraviesa cuatro etapas:
- Un estímulo afecta al organismo, por ejemplo, un nuevo proyecto en la empresa, mala relación con el jefe, un ambiente ruidoso, etcétera.
- Llega una etapa de alarma donde el cuerpo reacciona ante este estímulo a través del sudor, dolores de espalda o dificultad para dormir.
- Enseguida, cuando el organismo no se ha recuperado de las sensaciones ante el estímulo aparecen los síntomas del estrés como dolores constantes de cabeza, falta de energía o dolores musculares.
- En la última etapa, el cuerpo ya está agotado y surgen problemas psicosomáticos; es decir, sensaciones que están en la mente pero se manifiestan en el cuerpo:
- El sistema inmunológico se debilita y el cuerpo se enferma constantemente.
- Hay estreñimiento, acidez en el estómago, úlceras gástricas, intestino irritable.
- Afecta la presión, lo que provoca sentir el cuerpo débil, tener vista borrosa, o mareos.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Diabetes, ya que se concentran altos niveles de azúcar en la sangre.
- Asma, cuando una persona está estresada dificulta la entrada y salida de aire.
- Cáncer debido a que el sistema inmunológico se vuelve ineficaz y no elimina fácilmente elementos que puedan dañar al cuerpo.
¿Cómo afecta el estrés y qué hacer al respecto?
La incertidumbre puede afectarnos física y emocionalmente, agota nuestra energía, perjudica nuestra salud y productividad ante la vida.
Cuando no estamos saludables no rendimos en varios aspectos de la vida, desde el trabajo hasta la familia, e incluso afecta la salud emocional. Además, hay agotamiento constante que limita el rendimiento diario.
Para lograr una estabilidad emocional, algunos elementos exteriores son clave, porque nos brindan seguridad:
- Ahorra. Si tienes un empleo ahorra para emergencias o por si necesitas salir de una deuda rápidamente. Empieza haciendo un presupuesto de gastos necesarios, evita compras innecesarias y establece metas.
- Abre tu propio negocio. Si tu empleo es una fuente constante de estrés o inseguridad, es momento de abrir tu propio negocio. Ser emprendedor es un reto, pero te dará muchas satisfacciones también.
- Fíjate objetivos. Cuando hay un objetivo en mente es más fácil levantarse de la cama y trabajar día a día para cumplirlo. Por ejemplo, ganar más, invertir, tener una casa o irse de vacaciones.
- Cuida tu alimentación. Una buena alimentación te ayuda a sentirte mejor y en el largo plazo te evitará algunas enfermedades o malestares. Tu dieta debe ser balanceada.
- Come en las horas adecuadas y cuida las porciones de tu plato. Es decir, 2 a 3 frutas al día, 3 a 5 porciones de verduras y que el tamaño de la carne, pollo o pescado sea equivalente a la palma de tu mano, recuerda, las dietas sin proteína de carne también requieren medidas.
- Haz ejercicio. El ejercicio te ayudará a sentirte bien física y mentalmente. Las personas que hacen ejercicio tienen más energía y son más positivas porque relajan la tensión del cuerpo, lo que evita el estrés, así como los sentimientos de depresión y ansiedad. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda hacer ejercicio mínimo 30 minutos al día.
- Respira. Concentrarte en tu respiración te ayuda a liberar otro tipo de pensamientos y puede ayudar a relajarte. Cierra los ojos y concéntrate únicamente en tu respiración. Inhala por la nariz durante tres segundos y sostén el aire y después suelta, toma una pausa de un segundo para volver a empezar.
Recuerda que la buena salud garantiza una mejor calidad de vida. Contar con un ahorro en caso de emergencia es vital para enfrentar gastos necesarios al atender nuestra salud, además de mantener un estilo de vida saludable haciendo ejercicio, alimentándose correctamente y trabajando emocionalmente para enfrentar mejor las situaciones que podrían estar dañando al cuerpo.