La planeación y el cuidado de las finanzas son acciones deseables y necesarias en todas las etapas de la vida. Conoce las características de cada una.
¿Recuerdas cuáles eran tus necesidades financieras cuando ibas en la escuela? Seguramente eran mucho menores que las que tienes actualmente. Las necesidades de las personas van cambiando de acuerdo a la etapa de la vida en la que están, cuando son más jóvenes invierten en fiestas o salidas, después en los gastos de los hijos o viajes si son solteros, posteriormente en visitas al médico y revisiones periódicas. Conoce más acerca de las necesidades de las personas de acuerdo a las distintas etapas de la vida.
La infancia se caracteriza por la dependencia financiera que en general es cubierta por los padres o tutores del niño, sin embargo, se trata de un periodo significativo en su desarrollo, ya que durante los primeros años de vida, los pequeños construyen formas de pensamiento. La Educación Financiera tiene un papel relevante durante la infancia y, si se transmite correctamente, puede formar adultos informados, responsables con su dinero y con menor probabilidad a sobreendeudarse. Tu hijo es mucho más listo y perceptivo de lo que crees, por ejemplo, cuando saques dinero de un cajero y esté contigo, explícale que es dinero que te ganaste con tu trabajo, no una caja fantástica.
La adolescencia y juventud se caracterizan por ser etapas de cambios notorios, tanto físicos como en la forma de pensar, y en el aspecto financiero no es diferente. Posiblemente siguen viviendo o dependiendo de sus padres, sin embargo, empiezan a tener elecciones más concretas y conscientes de cómo y en qué gastar su dinero. Las personas de estas edades se preocupan más por el corto plazo y tratan de satisfacer las necesidades inmediatas en su búsqueda por explorar y conocer nuevas cosas.
Esta es una etapa difícil, porque probablemente tienen la mayor capacidad de ahorro, pero se contrapone con la independencia y las ganas de disfrutar de sus ingresos. Es probablemente la etapa más importante para generar un hábito de ahorro, por pequeño que sea, para de esa forma sentar una base sólida para las grandes adquisiciones como el primer auto, un inmueble, estudios o viajes.
Como adulto, tus responsabilidades aumentan, quizá además de ver por ti, también tendrás que ver por tu familia. Es necesario que utilices la Educación Financiera como un aliado en tu vida para que te rinda más el dinero, te alcance para la educación de tus hijos, puedas cumplir metas familiares, irte de vacaciones, asegurar a los tuyos contra algún accidente y/o enfermedad, no endeudarte, en fin, que encuentres una estabilidad económica que se traduzca en bienestar.
Es importante tener en consideración que en esta etapa de la vida, para muchos profesionales es el pico de sus carreras, ya que posteriormente, ante cualquier contratiempo, el encontrar trabajo se hace mucho más difícil.
Llegada la época de adulto mayor, lo ideal es contar con un ahorro o ingreso para vivir con tranquilidad y disfrutar los próximos años de tu vida. Nunca está de más recordar la importancia de ser precavido en tus consumos cotidianos. Recuerda que durante el retiro, por lo general, tus ingresos están limitados y un gasto excesivo puede convertirse en más que un dolor de cabeza. El manejo responsable de tus ahorros te ayudará a que estos no se agoten. Los gastos suelen ser menores, pues en caso de las personas que tienen hijos, seguramente éstos ya no viven en casa, sin embargo surgen nuevas necesidades como visitas al médico, tomar vitaminas o regalos para nietos, que suelen ser gastos adicionales que antes no se tenían.
Resulta imprescindible la educación y la planificación financiera en todas las etapas de la vida, y en Kondinero encontrarás a un aliado para que las finanzas estén al servicio de lograr lo que te propones en cada etapa de tu vida.
Fuente: Condusef, Ruvix, El Economista.