¿Te has puesto a pensar en todo lo que interviene en la activación de tu cuerpo al momento de ejercitarlo?
Prácticamente todos tus sistemas y órganos entran en función para desempeñar el entrenamiento o rutina que hagas. Por lo que invertir tiempo en ejercicio es invertir en un mejor metabolismo, ánimo y capacidad física en general.
Si piensas que destinar 20 o 30 minutos al día a hacer actividad física es una pérdida de tiempo o te terminará restando energía para el resto del día estás equivocado. Acostumbrar tu cuerpo al entrenamiento, aún cuando sea a nivel moderado, ayuda al aprovechamiento de oxígeno y nutrientes de la alimentación, lo que se refleja en mayor obtención y uso de energía.
Elimina los pretextos
- Pretexto 1:
“El ejercicio te puede lesionar músculos y articulaciones”.
Es verdad que puedes llegar a tener alguna lesión por hacer ejercicio, sin embargo, la mayoría de veces es por falta de guía y orientación.
Recuerda seleccionar actividades acorde a tu edad, condición física y gustos. Adicionalmente puedes realizar actividades físicas que ayuden a mejorar la circulación o a fortalecer las articulaciones, por ejemplo, natación, Tai Chi o Yoga.
- Pretexto 2:
“El ejercicio es para personas con sobrepeso”.
Un mito muy común es que solamente las personas con sobrepeso deben realizar actividad física, ¡Falso! Todas las personas pueden realizar actividades físicas para mejorar la salud, la memoria, la resistencia y prolongar la vida de los músculos.
- Pretexto 3:
“El ejercicio es para personas con problemas de salud, y yo no tengo ninguno”.
Ejercitarse puede ayudar no sólo a tratar o sobrellevar alguna enfermedad o lesión, también ayuda a prevenir enfermedades al fortalecer tu sistema inmune e incrementar tu capacidad cognitiva.
Al ejercitarse se secretan diversas sustancias y hormonas entre ellas endorfinas, conocida como hormonas de la felicidad, por lo que al hacer actividad física se mejora el estado de ánimo, se libera estrés y se lubrican las articulaciones.
Actividades de relajación, extensión de ligamentos, flexibilidad e incluso bailes cadenciosos, pueden ser una excelente opción para mantener sano el cuerpo.
- Pretexto 4:
“No tengo tiempo”.
Sabemos que la vida ajetreada llega a consumir casi todo el tiempo que tenemos durante el día, y durante la noche no conseguimos energía más que para llegar a la cama. Sin embargo, la actividad física como hábito junto con una buena alimentación, puede proveernos de mayor energía.
Está comprobado que la actividad física regular aumenta la resistencia de los músculos, mejora la memoria, la coordinación y nuestros reflejos.
- Pretexto 5:
“Hacer ejercicio es costoso”.
Cerca del 70% de la población adulta en México presenta por lo menos un factor de riesgo cardiovascular y 10.6 millones de personas en México viven con diabetes.
¿Qué relación tienen estos datos? El 80% de las personas con diabetes fallecen por alguna enfermedad cardiovascular y el costo promedio anual por familia para tratar esta enfermedad va desde los $24,000 hasta los $90,000 pesos.
Invertir en una caminadora eléctrica va desde los $4,000 hasta los $50,000 pesos o más, de acuerdo a sus programas y características, y te puede durar varios años con un debido mantenimiento.
Sin duda es una inversión menor en comparación con las complicaciones y gastos que representa vivir con una enfermedad crónica.
Puedes hacer rutinas en casa con algunos tutoriales o clases en línea, e incluso acondicionar tu hogar con equipo especial para diversificar las posibilidades de ejercitarte en casa.
Elimina los pretextos encuentra la actividad que más te agrade y anímate a invertir en tu salud y disfruta de una mejor calidad de vida.