Independientemente de la actividad que realices o la situación en la que te encuentres, la relajación te ayudará para lograr la salud integral y amortiguar los efectos del estrés.
La relajación consiste en aflojar el tono muscular y calmar la mente mediante distintas técnicas, aunque también tiene otras finalidades igualmente atractivas como evocar sensaciones.
El estrés, uno de los mayores opuestos a la relajación, consiste en una tensión física o emocional, derivada de algún desafío o demanda, en su mayoría laborales, aunque existen otros factores que lo generan como acontecimientos familiares importantes o enfermedades.
En dosis adecuadas puede ser incluso saludable, pero el exceso de éste puede derivar en mal humor, baja productividad, presión arterial alta, insuficiencia cardiaca, depresión, ansiedad, problemas cutáneos, diabetes y obesidad.
Es imperioso regalarle a nuestro cuerpo unas vacaciones sin salir de casa, solo necesitamos unos minutos para oxigenarnos, reparar nuestro sistema nervioso, mantener un mejor sentido del humor, ver la vida y sentirla más plenamente.
Además, la relajación ayuda a:
- Disminuir las afecciones cardiacas, musculares
- Controla la secreción de adrenalina y noradrenalina por las glándulas suprarrenales
- Reducción en los niveles de colesterol y grasas en sangre.
- Aumento del nivel de producción de leucocitos, que refuerzan el sistema inmunológico, para aumentar la capacidad de recuperación y prevención de enfermedades.
- Desarrollo de un estado de descanso al nivel más profundo a partir del aumento de las frecuencias cerebrales Alfa (correspondientes a estados relajados).
Hay muchas técnicas, pero fundamentalmente se basan en tres posibilidades:
- Técnicas de respiración: Esta es la base vital humana. Este movimiento constante reporta un ejercicio del organismo, que dirigido de manera adecuada, regulada, y acompañándola de otros estímulos, es la primer técnica y la más importante que debe considerarse para la relajación.
Con una mano en el pecho y otra en el estómago, inhala profundamente por la nariz, asegurándote que el diafragma (no el pecho) se infle con aire suficiente para crear un ensanchamiento de los pulmones. Haz de 6 a 10 respiraciones lentas por minuto, por 10 minutos todos los días.
- Relajación muscular pasiva: Se trata de concentrarse en los sectores musculares afectados mediante masajes. De esta manera se detectan las tensiones y se liberan.
- Entrenamiento autógeno. Es una técnica introducida por el psiquiatra Johannes Schulz en la década de 1930. Enseña a responder de forma pasiva a las señales verbales y visuales que reducen la tensión, se centra en frases e imágenes relajantes, una respiración y frecuencia cardíaca rítmicas, en un ambiente agradable y relajado, sintiendo que pesa todo el cuerpo.
Si crees que esto no está funcionando y los problemas te están sobrepasando, lo más recomendables es que busques ayuda, ya sea psicológica, médica, o incluso las dos.
En Kondinero te aconsejamos relajarte para tener una mayor claridad sobre tu vida y sobre todo, disfrutarla.
Fuentes: Estrategias en Programación Neurolingüística, Forbes, MedLine Plus, Fertilab, adan-psy.com, La Mente es Maravillosa