Caminar es una de las actividades más fáciles de realizar. No te estamos pidiendo que vayas a un gimnasio ni que corras desenfrenadamente kilómetros y kilómetros, empieza realizando la actividad más básica de movilización del ser humano.
Tampoco tiene que ser forzosamente en una máquina o en un parque. Puedes empezar adaptando tu rutina a esta actividad. ¿Qué actividades realizas al día? ¿Trabajas? ¿Estudias? Aprovecha esos momentos para trasladarte de esta manera.
Como cualquier otro ejercicio, siendo constante y cuidando el proceso, obtendrás grandes beneficios, entre ellos:
- Mejora el estado de ánimo: Caminando se liberan endorfinas que generan beneficios emocionales, provocan una sensación de bienestar y tienen un efecto analgésico.
- Fortalece los músculos: Por el hecho de estar en movimiento constante tonificas las piernas, los músculos abdominales y los brazos.
- Mejora la circulación: Permite que el corazón bombee mejor la sangre, logrando una buena circulación y oxigenación de los músculos.
- Te ayuda a adelgazar: Caminar de 30 a 45 minutos te puede ayudar a quemar aproximadamente 200 calorías. Eso en función de la velocidad y el tiempo.
- Mejora la respiración: Con el aumento de ritmo, la entrada y salida de oxígeno elimina desechos y mejora el nivel de energía
The American Cancer Society recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad moderada o 75 minutos de actividad energética por semana. Y si empiezas a caminar con mayor frecuencia, puedes ir estableciendo metas, aumentando el tiempo o distancia, y es tan fácil como tomar una ruta diferente a la habitual. Cada uno de estos cambios son beneficios de invertir en tu salud y con invertir no nos referimos solo a dinero, también a tiempo de calidad
Sigue las recomendaciones
Como te podrás dar cuenta, tienes todas las herramientas que necesitas para poder actuar en pro de tu salud con cosas que realizas día a día. Simplemente es mentalizarte en que ahora cambiar algunas cosas tiene un propósito.
No olvides que tus principales aliados siempre serán las recomendaciones de toda la vida. Esas que te sabes de memoria, pero que te tenemos que recordar para que las tengas presentes.
- Cuida tu alimentación: No lo veas por el lado de adelgazar, sino de comer de tal manera que los alimentos que consumas te aporten los nutrientes necesarios para tu cuerpo.
- Haz ejercicio: Sin importar la actividad que realices, ésta siempre será una buena opción para mantener tus órganos, huesos y músculos en buen funcionamiento y además contrarrestar esos antojitos que no puedes evitar.
- Evita el consumo de alcohol y tabaco: Nadie te obligará a que no lo hagas, simplemente mídete al hacerlo. Recuerda que tanto el alcohol como el tabaco son detonantes de enfermedades.
En caso de presentar padecimientos que ya te estén afectando, nunca dudes en visitar a un médico, él sabrá darte las recomendaciones adecuadas, basándose en información que podrá averiguar no solo de lo que tú le digas, sino de estudios más profundos.