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Educación Financiera

Indicadores para medir tu salud financiera

Redacción Kondinero

06/10/2016

Hacer uso de indicadores para tus finanzas personales te ayudará a ver tu desempeño, es decir, para saber qué estás haciendo bien o mal y poder corregir el rumbo.

 

Existe un antiguo refrán que dice “lo que no puede medirse, no puede mejorarse”, y las finanzas personales no son la excepción. Tu bolsillo también tiene indicadores que te permiten evaluar tu situación financiera, de forma que puedas observar el resultado de tu esfuerzo por mejorar tu nivel de vida y el de tu familia de forma objetiva.

El Center for Financial Services Innovation (CFSI) desarrolló cuatro indicadores para medir la salud financiera. Cada componente refleja las actividades financieras cotidianas de las personas.

La investigación arrojó que los cuatro componentes de la salud financiera son: gasto, ahorro, deudas y planeación.

El CFSI concluye que la salud financiera de una persona es buena si gasta menos de lo que gana, paga a tiempo sus cuentas, cuenta con suficientes gastos corrientes en productos líquidos, tiene ahorros a largo plazo, su deuda es sostenible, mantiene un historial crediticio saludable, cuenta con seguros adecuados a sus necesidades y tiene un plan de ahorro para su retiro.  

Pero ¿cómo podemos medirlos y darles seguimiento?

Primero, llevar un presupuesto. El presupuesto es la base de tus finanzas. No llevarlo significa desconocer cuánto ganas y cuánto realmente gastas, reaccionar a las circunstancias en vez de planear para afrontarlas. Te impide ser consciente de tu flujo de efectivo.

Segundo, tu flujo de efectivo. Refleja dónde estás parado, y te permite identificar fugas de dinero, zonas de amortiguamiento (gastos que puedes reducir o suprimir de ser necesario) y que tan apremiante es la necesidad real de incrementar tus ingresos.

Si tus ingresos no logran cubrir tus gastos y compromisos. Estás sumido en una crisis financiera severa, lo más importante es romper el círculo vicioso. Identifica y elimina tus fugas de dinero, aprovecha las zonas de amortiguamiento e incrementa tus ingresos.

  • Si el mayor porcentaje de tus ingresos se va en el pago de deudas, tienes una precaria salud financiera. Observa tus hábitos de consumo, quizá no todo lo que compras sea realmente necesario.
  • Si el mayor porcentaje de tus ingresos los dedicas a cubrir tus necesidades diarias, mayor es tu dependencia a tu ingreso para vivir al día, lo que te vuelve vulnerable ante imprevistos. 
  • Si el mayor porcentaje de tus ingresos lo destinas al ahorro a corto plazo, se puede decir que tienes estabilidad financiera y te encuentras preparado para enfrentar el futuro. 
  • Si la mayor parte de tus ingresos lo destinas al ahorro a largo plazo, se puede decir que disfrutas de holgura financiera. 

Tercero, tu liquidez. Es la que te permite pagar los productos y servicios que requieres. Si requieres mejorar este indicador, es necesario identifiques el motivo por el cual no tienes la liquidez suficiente.

 

Por último, etapa financiera en la que te encuentras, en hechos tu nivel de endeudamiento, tu capacidad de pago y tu grado de desarrollo en diversas habilidades financieras como el ahorro, la inversión y el financiamiento, permiten concentrar en este único indicador muchos otros que pudieran manejarse de forma independiente, facilitándote su evaluación y seguimiento.

En Kondinero sabemos que no existen caminos instantáneos. Deberás identificar en dónde te encuentras, definir a dónde quieres ir y establecer un plan para lograrlo, y si necesitas de un crédito para llegar a tu objetivo, siempre encontrarás esta oportunidad de forma rápida y segura.

Fuente: CFSI, El Economista, Practifinanzas.