La comunicación es importante en cualquier relación de pareja, y si se trata de temas económicos es importante no dejarlo para después, ya que pueden llevar incluso a la ruptura de la relación.
Diferentes estudios presentan las dificultades económicas en la relación de pareja como la causa más frecuente de separaciones, mucho más que la infidelidad, las tareas del hogar o los problemas sexuales.
En algunos casos, el dinero es un tema tabú dentro de la pareja, la única manera de que no dañe la relación es hablarlo claramente. Hablar y discutir las finanzas entre los dos es necesario.
Idealmente, antes de vivir juntos hablen sobre lo que esperan económicamente de la relación. Si van a contraer matrimonio, consulten con expertos los pros y contras de una sociedad conyugal mancomunada o por bienes separados. Si será en unión libre, también hablen sobre las expectativas financieras.
La mayor ventaja de vivir en pareja es que pueden apoyarse para crear patrimonio de una forma acelerada. Una relación se construye día a día cuidando todos los aspectos que la integran, desde el afecto, hasta el respeto, compromiso, responsabilidad y, por supuesto, el dinero.
El factor más importante en toda relación es la comunicación. Lo ideal es que quede bien claro cuánto gana cada uno y cuánto aportan a la relación, este punto puede ser muy complicado, pero puede servir para saber qué hacer en caso de que disminuya el nivel de ingreso de alguno.
Es posible que tengan objetivos financieros distintos, pero hablar de ellos y llegar a acuerdos para alcanzarlos les permitirá tener una relación estable y feliz. Si solo uno se enfoca en alcanzar una meta y espera que el otro haga lo mismo, es posible que esto se convierta en un tema de discusión.
Las deudas personales pueden ser una amenaza seria para la convivencia, platiquen de los compromisos que han adquirido y cómo van a liquidarlos. También consideren una táctica para adquirir deudas que les ayuden a hacerse de más bienes, usando el crédito de manera inteligente.
Existen muchos modelos para manejar el dinero en pareja, si se platica se evitarán muchas discusiones, aquí algunos ejemplos:
Solo uno aporta. Es posible que uno sea quien genere ingresos y que otro sea buen administrador. Reconozcan sus cualidades y aprovéchenlas.
Los dos aportan de manera equitativa, ambos se reparten por igual los gastos de la casa, independientemente de los ingresos de cada uno.
Se dividen los gastos, el pago de las cuentas se distribuyen para que uno pague unas y otro pague otras. Por ejemplo, uno paga la renta y el otro todos los servicios.
Los dos aportan todos sus ingresos, ambos suman el total de sus salarios creando un fondo, del cual se toman los gastos comunes y el ahorro, y el sobrante se divide en partes iguales para gastos personales.
Cada uno aporta de manera proporcional a su nivel de ingreso, sin importar cuánto gana cada uno, ambos aportan la mitad de su salario y el presupuesto se ajusta a la cantidad acumulada.
Siéntense a diseñar con tu pareja una tabla de gastos fijos, como por ejemplo la renta, los servicios, las salidas, la comida. De este modo tendrán una visión clara de lo que necesitan y cómo distribuirlo.
Lo más importante es que prevalezca el amor, la ayuda mutua y la cooperación de ambos como pareja, y para todo lo que necesiten pueden contar con Kondinero, en cualquier imprevisto o para hacerse de algún bien.
Fuente: Expansión, Altonivel, economíahoy.